RESUMEN DE "LA LITERA SUPERIOR"

LA LITERA SUPERIOR 

       Trata de que un hombre no volverá a pisar un barco EL Kamtschatka.

      Todo empieza cuando le dieron el camarote 105, se acostó, así que cuando estaba dormido escuchó un ruido sobre la litera de arriba y se volvió a dormir.

       Después se volvió a dormir y le vino un olor a agua de mar estancada. Fue a hablar con el capitán y se lo explicó todo; este se molestó mucho porque supiera que 3 personas había desaparecido. El capitán fue al camarote con el pasajero y de pronto, alguien o algo atrapó al capitán y desapareció. Después escuchó un salto desde la litera y salió corriendo; el pasajero salió corriendo detrás de él, pero se estrelló contra un médico. Le explicó y le dijo que en ese camarote hubo 3 personas que desaparecieron. Lo invitó a que se fuese a su camarote pero prefirió quedarse en su camarote, porque prefería estar solo.

      Entonces cerraron el camarote y si la gente quería alojarse, ellos les dirían que estaba ocupado.

                                                                                                     Antonio José García 1º B

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La litera superior

         Había una vez un hombre que quería cruzar el Atlántico. Pidió camarote en un barco, y le dieron la habitación número 105.

        Cuando fue a dejar el equipaje, se dio cuenta de que no había nadie compartiendo camarote con él. Sin embargo, cuando llegó al camarote por la noche para descansar, vio dentro el equipaje de otra persona. Se acostó y, al poco tiempo, vio que entró al camarote otra persona. A medianoche un golpe lo despertó y vio cómo su compañero de camarote salía corriendo.

        Comunicó lo que había visto al camarero y al capitán, quien le invitó a pasar la siguiente noche con él. Esa noche transcurrió sin ninguna incidencia. Pero, cuando a la siguiente noche volvió a su camarote, al entrar, miró hacia la ventana y vio a su compañero de camarote colgado hacia el exterior.

Ana Molleja Molina 1º A

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Un navegante habitual viajaba en el Kantchaska. Le tocó la habitación 105, a la que todas las personas que entraban no salían; pero era porque no se sabía. El único camarote era muy misterioso y es que había un ser misterioso, un antiguo viajante que se había ahogado y tenía la fuerza de diez hombres, pero saltó de la cama y salió corriendo por el pasillo. Desde entonces el viajante decía que si entraba en otro barco, no escogería el camarote 105.

Pedro Castillo

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Había una vez un pasajero de un barco que se alojaba en el camarote número 105. Durante una noche, su compañero de habitación abrió la ventana y se arrojó al mar. El pasajero contó lo que había pasado al capitán del barco.

Muy sorprendido, el capitán decidió acompañarlo la próxima noche. El pasajero se acostó en la litera inferior. El capitán no quiso acostarse, sino permanecer sentado en una silla para así poder vigilar lo que pasaba.

A medianoche, empezó a notar un fuerte olor en el camarote. Miró hacia la litera superior y vio que estaba ocupada. Al acercarse a ella, un cadáver se abalanzó sobre él y, seguidamente, se arrojó al mar por la ventana.

Siempre se contará que el camarote 105 está ocupado por un muerto viviente.

José Francisco Molleja 1º A

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    Hace mucho tiempo un hombre viajó en el barco Kamtschatka. Se alojó en el camarote 105 con otro pasajero. Por la noche, este compañero salió corriendo de la habitación dejando la puerta abierta. A la mañana siguiente se enteró de que todos los pasajeros que habían viajado antes en ese camarote habían desaparecido, y su compañero también. Por la noche vio que un monstruo estaba en la habitación, salió corriendo por el pasillo y lo persiguió. La noche siguiente el capitán se fue con él, y al asomarse a la ventana del camarote vio una persona (su compañero de habitación) colgando de la ventana.

Mª José González Palomino 1º A

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Había una vez un hombre que viajó en un barco, el Kamchatka. Todo el mundo Le dijo que tuviera cuidado con el camarote que le había tocado, el 105, ya que la leyenda decía que había algo raro en él, pues se habían caído tres hombres por la borda. Al llegar al camarote el pasajero vio que le había tocado un compañero; era alto, pálido, con el bigote y el pelo rubio y delgado. Al día siguiente se encontró con el médico y éste le dijo que si quería quedarse en su camarote a dormir,  pero el pasajero se negó. Esa noche vio que la escotilla se había abierto de nuevo y que su compañero desapareció. A la mañana siguiente el capitán le propuso que  esa noche se fueran los dos a la litera de arriba del camarote e investigar qué ocurría y el pasajero aceptó. Por la noche descubrieron que allí habitaba un fantasma.       

Estrella Delgado

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Había una vez un señor que se subió en un barco llamado KAMSCHATKA. Su camarote fue el 105 y cuando le decía a alguien el número de su camarote se quedaban sin palabras y se esfumaban corriendo y asustados.

Esa noche descubrió que tenía un compañero muy peculiar. Esa noche durmió poco y se despertó al oír a su compañero abrir la puerta y correr por el pasillo, al igual que oír correr también sintió mucha humedad y frío dentro del camarote.

Por la mañana fue a desayunar y se encontró con el médico y el capitán y le ofrecieron su camarote porque todos lo que pasaban la noche allí morían. Pero el muchacho lo negó y esa noche también durmió en su cuarto.

Por la noche, ya tarde, cuando estaba dormido oyó cómo la puertecilla del camarote se abría y, por curiosidad, vio a ver quién era su compañero, entonces se llevó una gran sorpresa porque era un cosas con una fuerza sobre una pero con un cuerpo reducido ¡¡¡ERA UN FANTASMA ENCARNADO¡¡¡ empezó a pelear con él como pudo pero salió corriendo por el pasillo y no lo vio aparecer más por el camarote . Cuando llegó el día le contó todo lo ocurrido al capitán y otra vez le dijo que durmiese con él,  pero lo negó porque estaba terriblemente sorprendido de lo de esa noche y quería descubrir más sobre el fantasma.

Por la noche el capitán y el hombre durmieron en el camarote y cerraron con mucha fuerza la puertecilla para que no se abriese, pero su sorpresa fue más cuando por arte de magia la puertecilla se abría sola. Se pusieron el pie para enfrentarse con el fantasma y era un hombre congelado con la misma fuerza que 10 hombres pero desapareció al instante. Si subes en el barco KAMSCHATKA y preguntas por el camarote 105 te dirá que está ocupada pero por ningún motivo te dirá por quién.

Estrella Fernández

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Esta es la historia de un hombre que hizo un viaje en barco y le tocó la habitación 105. Cuando entró en ella, vio que no había nadie, pero cuando volvió por la noche observó unas maletas y un paraguas, por lo cual había alguien.

Esa noche mientras dormía se oyeron ruidos raros; como si su compañero saliera corriendo de la habitación. Al día siguiente, habló con el médico del barco y éste le dijo que tres pasajeros en esa habitación se habían tirado al mar y le ofreció su habitación, pero el hombre dijo que no. Se fue a dormir y vio que la ventana estaba abierta.

Al día siguiente habló con el capitán y le dijo que la persona que estaba en su habitación se arrojó al mar. Fueron los dos a la habitación a ver qué pasaba y encontraron un fantasma que se tiró hacia ellos, pero se fue.

Desde ese día al hombre se le quitaron las ganas de viajar en barco.

ALBA MARTÍNEZ GUTIÉRREZ

 

Un hombre iba a realizar un viaje en el barco Kanchaka.

Le tocó la habitación 105 y se dio cuenta, al llegar de que tenía un compañero de habitación.

La primera noche el hombre estaba acostado en la cama cuando de repente el otro hombre se bajó de la cama y salió corriendo por el pasillo. A la noche siguiente, la puertilla estaba abierta y había un olor a humedad muy fuerte. El hombre se asomó a la cama de su compañero y estaban las cortinas echadas, esa noche el compañero volvió a salir corriendo por el pasillo, el hombre intentó alcanzarle pero fue imposible.

Por la mañana, fue a hablar con el capitán del barco sobre lo que pasaba en su habitación, él le dijo que los últimos tres pasajeros de esa habitación se arrojaron por la borda.

El capitán decidió irse a dormir a la habitación con él esa noche para ver lo que pasaba.

Por la noche estaban los dos en la habitación, habían tapado la puertilla con trozos de madera pero aún así se abrió. Se repitió el olor a humedad, de repente un esqueleto fangoso y lleno de algas, le agarró del cuello al capitán pero al final el esqueleto saltó por la borda. Desde aquel día no se volvió a abrir la habitación 105.

Pablo García Calleja